Fuente del cielo: Chakra Corona
La relación del ser humano con la espiritualidad, viene desde tiempos muy antiguos. Podríamos decir que ¿es una necesidad?, ¿es algo inherente a cada persona?
Habría multitud de respuestas, lo cierto es que cada vez más hay un interés por indagar y explorar esa parte de nuestra esencia. Viendo ese movimiento en la sociedad que tenemos, estoy observando un creciente interés por desarrollar, trabajar en talleres y cursos relacionados con la espiritualidad. Por lo que viene muy bien la descripción de este séptimo chakra, tan importante para lo que es este movimiento que se está desplegando y que va confiriendo un salto importante en nuestra evolución.
Este vórtice energético se nota como un cosquilleo en la coronilla, justo encima de nuestra cabeza. Llamado chakra corona o Sahasrara, es la conexión por excelencia con la energía de alta vibración del universo. Es por esta parte de nuestro cuerpo por donde se introduce y nos alimenta.
Tiene que ver con todo lo que es nuestro mundo espiritual, con la conexión con nuestro Ser, con el saberse perteneciente a la tierra y a la vez, al universo en toda su plenitud.
Este chakra nos aporta consciencia global, se abre hacia arriba para recibir un canal de luz que nos atraviesa, pudiendo ir descendiendo por el resto de nuestro cuerpo.
En el recorrido por todos nuestros centros energéticos, hemos ido viendo que cada uno tiene su función y poder. A lo largo de ese camino que va desde abajo hacia arriba y desde arriba hacia abajo (no hay un orden o un sentido determinado), la energía va fluyendo por nuestros cuerpos, para nutrirnos, experimentar y trascender situaciones, vivencias, limitaciones y bloqueos. Para equilibrar nuestros cuerpos físico, mental, emocional y espiritual.
Podemos decir que cuando sube la energía desde el otro extremo el chakra raíz, nos conectamos con la tierra. Las dos fuerzas harán que nuestra vida sea completa, armoniosa y equilibrada. Unión entre CIELO y TIERRA.
Este séptimo chakra si está bloqueado, tendremos una falta de percepción del mundo espiritual como tal, no lo contemplaremos en nuestra vida, estando carentes de todo aspecto de nuestro espíritu, habrá una desconexión con nuestro Ser. Esto nos llevará a sentir vacío, infelicidad que no se llena con nada. Habrá una falta de conexión con nuestra intuición, con nuestra sabiduría interior.
Los desajustes de este centro energético son bastante sutiles, pero no por eso son menos importantes. Puede producir desajustes mentales, una desorganización de nuestra psique producto de una falta de anclaje a la tierra.
Personas con algún trastorno de salud mental, pueden haber experimentado que al abrirse este chakra a un mundo de energía muy pura y sutil, se puede no distinguir la realidad de ese otro mundo desconocido. Por eso el estar unido a la tierra con el chakra raíz abierto, ayuda a estas situaciones, para poder discernir, valorar y tomar contacto con lo terrenal, y así evitar experimentar miedo, rechazo o bloqueo mental.
Este chakra corona si está equilibrado nos aporta discernimiento, consciencia, certeza, es la conexión con el Yo superior, con la fuente de energía universal e ilimitada. Si fluye esta energía blanca y pura nos proporciona sabiduría, armonía y paz interior.
Las diferentes civilizaciones han experimentado la conexión con sus dioses y se han relacionado con ritos, oraciones, plegarias. Todas estas acciones, si se hacen desde lo más profundo del corazón, abren y despliegan este chakra, pudiendo entrar el flujo de esa energía poderosa y curativa.
El chakra corona abierto hace que la persona que ha experimentado su energía y ha sido consciente de ello, ha hecho que su realidad terrenal sea más enriquecedora, más completa de significado, sintiendo que no hay disolución, ni separación con el mundo físico y los mundos sutiles. Que la unión es una certeza y que la separación es producto del ego.
