Ríos y mareas, el arte de fluir
¿Qué quiere decir “fluye con la vida”? Alguna vez os habréis preguntado qué eso de fluir.
Podría significar que te dejes llevar por lo que suceda, que no interfieras en tu vida, que sigas la corriente de aquello en lo que estás. ¿Pero todo esto es lo que realmente significa el fluir?
Cuando pienso en el concepto de fluir, me viene a la cabeza el documental “Ríos y Mareas” (“Rivers and tides”) que recoge la obra del escultor Andy Goldsworthy. Esta película es un recorrido por sus creaciones artísticas a lo largo de un año, con el paso de las cuatro estaciones.
En sus obras utiliza todo lo que es necesario para poder llevarlas a cabo: la temperatura del exterior, las mareas, el viento… Se trata de un arte efímero, land art. Sí, no son materiales que un artista pueda utilizar en su estudio, son parámetros de la naturaleza y está a merced de ella, por eso lo hace tan interesante para mi.
El artista conoce sus posibilidades y escucha el sentir de la naturaleza, se deja llevar por lo que el entorno le proporciona, ya sean materiales como piedras, unas hojas, el agua, las ramas de un árbol… son materiales de lo que se encuentra y recursos del entorno natural, como el frío para poder hacer esculturas de hielo, o estar en función de la marea para poder realizar una obra, la cual se la llevará la corriente.
Sus obras se integran en la naturaleza. Hay una perfecta simbiosis. La naturaleza inspira la obra y la obra es la intervención del artista en la naturaleza. Hay un profundo respeto y amor por el entorno.
En sus producciones artísticas este artista parece que nos dice:
Escucho lo que me rodea, lo siento, y actúo.
Vive en presencia, en el presente.
Para este artista el fluir es estar creando en ese espacio en ese determinado momento. Una escultura que se integrará en ese entorno, pudiendo desaparecer después, se desvanecerá.
¿Qué sentido tiene pues, el construir algo para después perderlo?
Por el gusto de hacerlo. Es estar en el propio proceso de creación, ya que su inspiración y su realización se hacen dentro del fluir de ese entorno natural. Esta es la esencia de sus obras. No es buscar tanto el resultado, como todo el movimiento creativo que se ha generado para llegar a la obra final. No hay apego a la obra material, porque se entiende que la transformación de esta dependerá del fluir con su entorno. Deja que siga su curso natural, porque la escultura pertenece ya a ese lugar.
El fluir es una forma de vivir. Para ello hay una toma de consciencia de lo que es tu vida, es estar presente en cada momento saboreando lo que cada instante trae consigo. Para ello debemos desprendernos del ruido interno y externo. El ruido interno mental es saber que los pensamientos y su energía son muy poderosos, es saber aprovecharlos para llevarlos al momento presente, para poder dar paso a la creatividad y así dar forma a lo que queremos realmente. Ser conscientes del ruido exterior, es saber desprendernos de aquello que no nos sirve para una vida plena, lo que nos rodea y nos influye de manera no armoniosa, ya sean personas, situaciones, trabajos, patrones mentales.
Fluir es ver con otros ojos la vida, con desapego y poniendo el foco en el propio sentir de cada uno, sabiendo que lo que se hace y se siente está conforme con lo que uno Es.
Para ello cada persona deberá saber su intención y propósito para evolucionar en este fluir de la vida.
Aquello que no nos deja fluir, nos estanca y no deja que nuestra energía se muestre como debiera. La energía es movimiento, es puro ritmo como el que hay en la naturaleza y de la que formamos parte. Latimos con un pulso orgánico continuo, si ese pulso se para, se produce un bloqueo que puede llegar a desestabilizarnos, entrando en la frustración y desesperanza, llegando a sentir un gran vacío.
El fluir es un recorrido, interno y que afecta al exterior. Si fluimos con la vida todo es más sencillo, porque no oponemos resistencia. Y con esto no propongo dejarse llevar por la corriente, es asumir la vida desde la responsabilidad, la aceptación, la consciencia, la sabiduría, el conocimiento, la verdad y autenticidad en lo que hacemos desde nuestro Ser.
Dejémonos fluir por todo lo que acontece, con consciencia plena, con confianza. Saboreando cada instante de ese movimiento, agradeciendo todo lo que nos ha llevado hasta aquí.