La presencia en el “Perro semihundido” de Goya

La primera vez que fui al Museo del Prado tendría unos ocho años, me acuerdo que las pinturas de las grandes salas impresionaron esos ojos de infancia, que descubrieron mundos desconocidos hasta entonces. Este cuadro es uno de mis favoritos, por la sencillez, la belleza de sus pinceladas etéreas, que crean

2021-04-28T20:07:25+02:00

La hora de los pájaros

Hace muchos años, me di cuenta de que en la ciudad había mucho revuelo a una hora determinada. Había cientos y cientos de estorninos en los árboles, que con sus cantos producían un sonido ensordecedor y que no dejaba indiferente a la persona que los escuchaba. Esa hora era al atardecer.

2021-04-02T11:18:03+02:00
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