Terapia vibracional | Inmaculada Roldán Hueso

Mujeres con visión: Hilma af Klint y Emma Kunz

Este mes de marzo, voy a dedicarlo a dos mujeres, que por su trabajo y vida me han fascinado. Eran mujeres artistas, sanadoras y visionarias:

Hilma af Klint (1862-1944) y Emma Kunz (1892-1963).

Desde asociaciones, ayuntamientos y organizaciones, marzo es un mes que se centra en la mujer, con la intención de hacernos más visibles. En este artículo voy a poner la mirada sobre estas dos artistas, que aunque estudié historia del arte, nunca había escuchado sus nombres y por supuesto, nunca había visto sus obras.

¿Mujeres olvidadas?¿Artistas no reconocidas? Supongo que todo forma parte de lo mismo. La historia se olvida de lo que quiere y nos deja sin conocer muchísimas cosas relevantes e importantes, como que una de ellas Hilma af Klint fue la precursora del arte abstracto, siempre atribuido su origen a un hombre. Fascinante por tanto, saber que la historia nunca es cómo nos la cuentan.

Es como si un velo hubiese vuelto invisibles y ocultado sus obras, como también su conocimiento, su sabiduría y su visión del mundo tan diferente al real.

Estas mujeres me interesan por sus obras y por lo que representan:

La representación de un mundo lleno de simbolismo, donde le dan forma a los campos sutiles que ellas podían ver y expresar mediante sus obras.

Sabemos que la energía puede expresarse de muchas formas. Los campos sutiles, que son pura energía se pueden sentir y visualizar, ellas lo hicieron.

Por eso tienen un gran valor para mí.

Hilma af Klint se interesó por el esoterismo y la teosofía. Practicaba el espiritismo y el arte automático, formó parte del grupo de “las cinco” . Las cuales realizaban sesiones de espiritismo y después ella se ponía a pintar. Establecían contacto con “Los altos maestros”, y entraba en un proceso creativo, donde producía gran cantidad de obras pictóricas llenas de espiritualidad, geometría y abstracción.

Entre 1906 y 1915 realizó la colección Pinturas para el Templo” formada por 193 cuadros.

Ella describe que los pintó directamente, dejándose llevar por lo que sus altos maestros le indicaban. No había corrección en sus pinturas.

Se puede decir que esta conexión con su Ser y con sus maestros espirituales, hacía que su manera de comunicar lo que estaba canalizando, se manifestaba en mensajes visuales.

Es una comunicación directa con energía de alta vibración y esto se manifiesta en sus pinturas, llenas de belleza, sutileza y armonía.

Es constante la dualidad en sus cuadros: femenino – masculino, terrestre – celeste, luz – oscuridad…

Kandinsky pintó su primera obra abstracta en 1911, Hilma lo hizo en 1906.

La obra de Hilma se dio a conocer en 1984, en una exposición que se realizó en Los Angeles. Ella había pedido expresamente que sus obras no saliesen a la luz, hasta que no hubiesen pasado unos 20 años. Porque sus pinturas no hubiesen sido entendidas en su época. El público no estaba preparado para ello.

Emma Kunz fue una artista que se dedicaba a ser sanadora holística. Ya en 1938 empezó a trabajar en producciones geométricas, en las que se volcaba por entero y las realizaba en una sesión, durase lo que durase. Esta práctica la realizaba como canalización de sus guías como mensaje para las personas que trataba.

Emma utilizaba el péndulo como herramienta para trazar los puntos más significativos de cada obra. Al contemplar sus dibujos nos damos cuenta de la relación con la geometría sagrada: líneas, círculos, polígonos, estrellas.

Se consideraba clarividente y sensible a la percepción de la energía sutil, sus obras no tenían una finalidad estética, ni comercial. Eran parte del proceso de sanación para las personas que trataba, en la que estaba inmersa.

Ambas mujeres fueron precursoras de un arte espiritual, geométrico y abstracto. Ellas utilizaron sus producciones para expresar otros estados de consciencia y poder manifestar los mensajes canalizados por sus guías. Se dejaron llevar por su intuición y plasmaron obras de una belleza singular, poética y espiritual.

Agradecerles su trabajo sería un reconocimiento que en realidad ellas no buscaron, el arte era un medio de expresión de la realidad que ellas experimentaban y a la que estaban conectadas desde la consciencia y el amor.

Gracias Hilma y Emma por traernos esas imágenes llenas de sentido, belleza cósmica, simbolismo, pura energía manifestada en colores, líneas y formas. Gracias por compartir vuestro mundo, cuando el mundo no estaba preparado para ello.

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