
Cuarto Chakra, el corazón verde
Nuestro corazón tiene un campo magnético más potente que el cerebro, está por encima de cualquier otro órgano. Este campo magnético es por tanto muy poderoso y afecta a todo lo que entra en contacto con nosotros. Por eso es tan importante este chakra.
Cuando hablamos de corazón, pensamos siempre en el amor. Y cuando pensamos en el amor, a veces nos hacemos un lío. El amor a uno mismo, el amor al otro, a los animales, al planeta… ¿Puedo amar a todo y a todos?
Pueden venirme a la mente conceptos como amor propio, altruismo, bondad, empatía, generosidad, cariño, vínculo… ¿Hay límite en el amor?
El amor puro no tiene límites porque lleva consigo la libertad y el respeto. Puedo amar a todo lo que me rodea, a todas las personas que están o no en mi vida. ¡Puedo amar a todo!
El chakra corazón es una gran fuente de energía poderosa, luminosa, que transforma muchas emociones negativas, las transmuta y las convierte en una energía muy alta, sanadora y expansiva.
Este punto energético está justo en medio de los tres chakras inferiores y de los tres superiores, por lo que es un puente entre los chakras que nos unen a lo terrenal y a los que son más espirituales. Como nexo de unión entre los chakras, no podría ser de otra manera que con la energía del amor.
Este chakra rige el sistema circulatorio, los pulmones y el corazón. Pero también los brazos y las manos. Cualquier desajuste en este chakra tendrá relación con un mal funcionamiento en estas partes de tu cuerpo. Observa si al andar vas encorvado o inclinado hacia adentro.
El dicho dice “el amor todo lo puede”, y es cierto. Hablamos tanto del amor, que cuando intentamos describirlo aparecen muchas formas y aspectos.
Yo voy a hablar del amor puro del chakra corazón, el que no entiende de apegos, ni normas, ni límites. Sería un amor incondicional, donde la compasión hace acto de presencia. La compasión entendida como ese sentir hacia el otro, hacia lo que me rodea y me une a todo. Es una energía de alta vibración porque se centra en la unión, en lo que nos une, en ponerse en el lugar de la otra persona, sin juicios, ni prejuicios, simplemente sintiendo un vínculo de amor con ella. La compasión no hay que confundirla con la lástima. Esta nos llevaría a posicionarnos en otro lugar, estaríamos por encima de la otra persona, pudiendo entrar en acción la pena hacia esa persona, y en nuestra intención de ayuda, podemos caer en no entender que ese proceso lo tiene que pasar ella y no interferir en su evolución. Podemos acompañarla en su momento de vida, en lo que haga falta, pero dejándole el espacio para que por si misma avance. La libertad estará por encima de todo eso.

La compasión hacia uno mismo es mirarnos en el espejo del alma y vernos con los ojos del amor:
Me acepto
Me veo
Me respeto
Me perdono
Me valoro
Me creo
Me amo.
Este chakra si está desequilibrado puede producirnos alteraciones en la relación con los demás, con lo que nos rodea y con nosotros mismos.
Este chakra trasmuta las energías de las emociones, por lo que si no funciona bien la persona se queda atrapada en la negatividad y el resentimiento. Se distancia de la percepción de lo bueno de su vida. Puede entrar en una espiral de vacío interno, porque tiene la llama del amor bloqueada o cerrada.
La posición de amargura, tristeza, falta de ilusión le corresponde a la la parte anterior del chakra corazón, cuando este no está equilibrado. El quedarse en el resentimiento, con el guardar cosas que nos han hecho, sin olvidarlo, hacen que el chakra corazón no fluya por la parte posterior. Estas situaciones producen en la persona mucho sufrimiento, estas emociones negativas no se transmutan porque la persona no quiere soltarlas, no quiere desprenderse de ellas. Y se queda atrapada en una situación dolorosa y de angustia.
El equilibrio entre el dar y recibir también corresponde a este chakra. No solamente estamos preparados para dar amor, sino también debemos estarlo para recibirlo, y no siempre somos conscientes de que esto no es así. Ya que a veces hemos cerrado nuestro corazón a cal y canto, con el propósito de no sufrir, y lo que ocurre es que he bloqueado este chakra, no dejando que entre ni que salga su energía.
El vivir de forma armoniosa, con responsabilidad y consciencia hará que estemos atentos y observar lo que nos ocurre en cada momento. Todo tiene que ver con la posición en que estoy, si alguien me hiere, me molesta, me ha hecho sufrir, me ha decepcionado o irritado, puedo quedarme culpabilizando a esa persona y así quedarme con el resentimiento, la ira, la tristeza o la frustración, o por el contrario puedo ver la oportunidad de aprender de la experiencia, y entender que es algo que hay que trabajar en uno mismo, el porqué me afecta y como lo estoy integrando en mi. Es asumir la responsabilidad en todo lo que hago, y no cargar la culpa a los demás. Es mirar hacia dentro y no hacia fuera.
Por eso es importante hablar de la empatía, en ponerse en la situación de la otra persona. Es fundamental ser empático, para comprender y sentir que somos todo lo mismo. Y desde esa percepción de lo que nos une, interviene el amor como un poderoso aglutinante, lo contrario sería el egoísmo, una manera de desunir o desunirme.
La gratitud es otra característica de este chakra, el agradecer es sinónimo también de humildad y de aceptar la responsabilidad de la que antes hablábamos. Cuando agradezco el corazón se expande y llega a la otra persona instantáneamente. Así el amor puede transformar las emociones, de forma inmediata. Estas emociones las potencia y las agranda, haciéndonos experimentar la fuerza del chakra corazón.
El amor es alta vibración, si tenemos el chakra corazón en equilibrio reinará la paz y la alegría en nuestras vidas, veremos el lado positivo de las cosas y atraeremos más y más amor. Ya que es expansivo, cuanto más se experimenta más se extiende en nosotros y a los demás.